martes, 15 de noviembre de 2016

ÁNGELES MORA: Premio Nacional de Poesía 2016.


Resultado de imagen de Ángeles moraEste es “el poema de mi vida”. La de una mujer con plena conciencia de ello, que tiene “pocas cosas que guardar / realmente salvables”. Solitaria; que se desdobla: “Y no eres tú, pero sí eres”, porque nos habitan distintos yoes; melancólica (el tono, “un aire de bolero”); que contempla (el Sur es la atmósfera) y escribe porque ese “es un vicio que nunca se detiene”.


Resultado de imagen de Ángeles moraLo hace como si de un diario se tratara, de forma cotidiana, tal vez porque “la poesía, como el amor, / se escribe cada día”. Y al amor dedica la sección “Palabras nuestras”. Allí, “Una forma de vida”, un poema central. Como “El ayer”. La infancia, que “dura más que la vida” (Matute dixit), es protagonista de la última parte del libro: el verano, un viejo, molino, la merienda, el cine, los amigos o el desván. Tiempo felices o crueles, “apenas entrevistos / ya en la distancia” que terminan de tejer la historia de una vida que “tampoco era”, como en el verso de Blas de Otero. 


Vinculada al grupo granadino de la “la otra sentimentalidad” y la ciudad donde nació, Ángeles Mora (Rute, Córdoba, 1952) ha publicado Pensando que el camino iba derechoLa canción del olvidoLa Guerra de los treinta añosLa dama errante, Contradicciones, pájaros Bajo la alfombra. Reunió sus poemas en Antología poética (1982-1995) y ¿Las mujeres son mágicas? Con su último libro, Ficciones para una autobiografía, acaba de ganar el Premio Nacional de la Crítica y  el Premio Nacional de Poesía, 2016. 

Ficciones para una autobiografía es un poemario coherente, argumentado sobre dos pilares fundamentales: el tiempo y la memoria, ambos entendidos como ese lugar o refugio al cual siempre vuelve el poeta, en este caso la poeta Ángeles Mora. 
Siempre se ha dicho que los textos de un escritor contienen aspectos biográficos, ineludibles, puede ser, pero en esta ocasión la autobiografía que nos propone Ángeles Mora persiste en mostrarnos “ficciones”, que vienen a ser realidades en sí mismas, imaginadas, soñadas. 
El poema “Retazos” aporta la segunda clave: “la memoria”. 
Tengo pocas cosas que guardar 
realmente salvables 
en los viejos rincones 
-también de la memoria- 
donde escondo los posos 
secretos de mi vida. 

Destaca de la primera parte del libro el poema “Noche y día”; en él nos muestra de forma sencilla y magistral a la vez, no solo su condición de poeta, sino también de mujer, su rebeldía ante la imposición de roles domésticos:
Nunca quise hacer ganchillo, 
prefería leer el periódico 
o escribir garabatos a la luz de la lámpara. 
Aprendí a amar lo quieto, ser dueña de mis noches.  

Los hombres no barrían la casa, 
mi hermano entraba poco a poco en la cocina, 
yo hacía la mayonesa 
o limpiaba el polvo para ayudar: 
de día. 
Las labores domésticas se mezclan con el  sujeto poético: 
Mientras lavo los platos, 
como pájaros, 
nuevos versos me rondan, 
entre el jabón y el agua, 
exigiendo cobijo, letra escrita 
(que luego borraré seguramente 
para empezar de nuevo)…
Escribir es un vicio que nunca se detiene. 

El tiempo y la memoria nos aventuran en la poesía auténtica, esa que vibra en el interior de la poeta hasta formar parte del tú, del otro, de un singular humanismo, que el ayer calló por miedo y que hoy se libera hasta conformar una única voz:
En el cuarto de afuera, mi reino, 
nunca supimos comprender tus silencios 
ni tu guitarra rota en las noches de lluvia. 
Pero ahora sí, 
ahora veo la aspereza crecer, 
la impaciencia de un médico ante el daño, 
el día a día / de los desheredados, 
los pobres, los malditos, 
enfermos de alma y cuerpo, 
malheridos de guerra, hambre y tristeza. 
http://www.lagallaciencia.com/2015/10/ficciones-para-una-autobiografia-de.html

http://www.elcultural.com/revista/letras/Ficciones-para-una-autobiografia/38115

OTROS POEMARIOS: 

 "Poética"
Yo sé que estoy aquí
para escribir mi vida.
Que vine poco a poco
hasta esta silla.

Y no quiero engañarme.

Sé que voy a contártela
y que será mentira:
Sobre la mesa sucia
una gota de tinta.

Contradicciones, pájaros, 2000

Resultado de imagen de MUDANZA EQUIPAJENo es fácil cambiar de casa,
de costumbres, de amigos,
de lunes, de balcón.
Pequeños ritos que nos fueron
haciendo como somos, nuestra vieja
taberna, cerveza
para dos.
Hay cosas que no arrastra el equipaje:
el cielo que levanta una persiana,
el olor a tabaco de un deseo,
los caminos trillados de nuestro corazón.
No es fácil deshacer las maletas un día
en otra lluvia,
cambiar sin más de luna,
de niebla, de periódico, de voces,
de ascensor.
Y salir a una calle que nunca has presentido,
con otros gorriones que ya
no te preguntan, otros gatos
que no saben tu nombre, otros besos
que no te ven venir.
No, no es fácil cambiar ahora de llaves.

Y mucho menos fácil,
ya sabes,
cambiar de amor.
     Elegía y postales, 1994


Resultado de imagen de HORAS MUERTAS"En vano"
En vano te he buscado.
Atrás quedan las horas
que tanto fueron tuyas.
Murieron.
Se fueron para siempre
con tu beso,
tu beso perdido en la cuenca
de mi mano,
roto de frío,
mientras que aquel portal sigue en su sitio,
y la casa se cae,
me dicen.
¿Sabremos algún día
 por qué no merecimos tanta dicha?
                                                      Pensando que el camino iba derecho,  1982

PARA SABER MÁS:



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