viernes, 25 de noviembre de 2016

SE APAGÓ LA VOZ LIBRE DE MARCOS ANA.

“Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre”
"Autobiografía", Las soledades del muro.
Entrevista


               Escribió versos secos, calientes y evocadores. Hacia su última etapa, con más de dos décadas de prisión y la amistad y el recuerdo de Miguel Hernández, se preguntaba si su corazón era patio y dijo que si salía un día a la vida, su casa no tendría llaves para que entrara la noche, el día y la lluvia azul. 



             Su poesía ha sido calificada de «poesía de trinchera» y ha sido atribuida a «la fuerza de la convicción, la sentida sinceridad poética, la angustia, el miedo del hombre en el presidio». 
Fernando Macarro Castillo, más conocido como Marcos Ana (seudónimo formado con los nombres de sus padres) fue un poeta y preso político español

            Encarcelado con solo 19 años en 1939 y liberado en 1961 gracias a la actividad de la recién fundada Amnistía Internacional, fue el preso político que pasó más tiempo en las cárceles de la dictadura franquista: 23 años de presidio.

              Su afición a la lectura se inició con antiguos libros que circulaban por el penal de obras autorizadas de clásicos españoles: Quevedo, Lope de Vega, Calderón. Pudo tener acceso a El Quijote a pesar de no estar permitida su lectura y, más tarde, a las obras prohibidas de Rafael Alberti, Miguel Hernández o Federico García Lorca gracias a la introducción clandestina de libros cuando se relajaron las medidas contra los presos políticos a partir de 1950.
            A mediados de esa década fue cuando comenzó a escribir sus primeros poemas bajo el seudónimo de Marcos Ana que, escondidos, consiguieron salir al exterior y conocerse por muchos opositores a la dictadura. Su poesía animaba a combatir la dictadura con la palabra y hacía un llamamiento a la liberación de los presos políticos. Sus poemas contribuyeron a hacerle conocido fuera de España y a desencadenar una campaña internacional por su liberación, en la que destacaron Rafael Alberti y Pablo Neruda, que consiguió su liberación el 17 de noviembre de 1961.

De entre sus títulos - Poemas desde la cárcel (1960), España a tres voces (1961), Las soledades del muro (1977), Poemas de la prisión y la vida (2011) y Vale la pena luchar (2013)- destaca un libro de memorias, Decidme cómo es un árbol. Memoria de la prisión y la vida (2007), prologado por José Saramago, y centrado en su estancia en la cárcel y en su actividad política fuera de ella hasta la Transición.

https://es.wikipedia.org/wiki/Marcos_Ana

En "Mi corazón es patio" gritan todos los años de soledad en una prisión: 


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