COMO QUIERA QUE A GRAN PARTE DE MI ALUMNADO VOLVERÉ A VERLE EL MES PRÓXIMO, A LA VUELTA DE VACACIONES DE CARNAVAL, no quería dejar pasar esta ocasión propicia para dedicaros unas palabrillas, con el mejor de los deseos:
A todos los que os vais estos días recordaros que llevéis los ojos bien abiertos, que escuchéis, observéis, reconozcáis aromas de otros lugares, la idiosincrasia de paisaje y paisanaje, que volváis con la retina y el espíritu "ensanchados", como diría Extremoduro:
Ama, ama, ama y ensancha el alma
Quisiera que mi voz fuera tan fuerte
que a veces retumbaran las montañas
y escucharais las mentes-social-adormecidas
las palabras de amor de mi garganta.
Abrid los brazos, la mente y repartíos
que sólo os enseñaron el odio y la avaricia
y yo quiero que todos como hermanos
repartamos amores, lágrimas y sonrisas.
De pequeño me impusieron las costumbres
me educaron para hombre adinerado
pero ahora prefiero ser un indio
que un importante abogado.
Hay que dejar el camino social alquitranado
porque en él se nos quedan pegadas las pezuñas
hay que volar libre al sol y al viento
repartiendo el amor que tengas dentro.
A los reivindicacionistas comprometidos, que la lucha os sea propicia y constructiva. Recordad siempre que los pequeños cambios son motor de los grandes movimientos, pero que no hay arma más letal y más definitiva que la palabra.
"¿De qué se ríe, señor ministro?", Letra de Mario Benedetti, música y voz de Quintín Cabrera.
"¿De qué se ríe, señor ministro?", Letra de Mario Benedetti, música y voz de Quintín Cabrera.
A los que os quedéis en cama durmiendo o dejando pasar el tiempo en busca de la primera arruga, de modo simple y borreguil, os dedico la cita de Mark Twain:
Sea como fuere, unos de viaje, otros peleando (verbalmente, confío) y otros dedicándose a la práctica de cómo volver a caminar a cuatro patas, recordad todos las palabras del poeta luso:
"El mundo es de quien nace para conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo"
Fernando Pessoa.
PD: ruego perdonen ustedes mi santa mordacidad; una ya está muy mayor para intentar reconducir su rancio carácter. Que la vida les sea propicia, mesnadas. ;)
Preciosa entrada. Su mordacidad no es de perdonar, sino de agradecer. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Teresa. Otro para ti.
ResponderEliminar